MILLENIUM:CAMBIO Y CONTINUIDAD HISTORICA

OBJETIVOS DEL BLOG

Aquellos gomeros y estudiantes de la historia de su Tierra, libre de ideologías, objetivos y constructivos, deseosos de transmitir los valores del"trabajo,constancia, esfuerzo y amor por la vida/desarrollo de su Isla"

sábado, 18 de abril de 2020

CANARIAS EN EL ANTIGUO RÉGIMEN S.XV-XVIII.EXPLORANDO Y CONOCIENDO TU ENTORNO.DE LA SUBSISTENCIA AL APROVECHAMIENTO DEL MEDIO , COMMO FACTOR DE DESARROLLO

  
EL ANTIGUO REGIMEN EN CANARIAS
1.1. LA INTERNACIONALIZACIÓN DE CANARIAS
     Piratas y corsarios han estado presentes en el Archipiélago desde los primeros momentos del descubrimiento de las Islas por los europeos. La captura de esclavos y un comercio que tenía muchos rasgos de verdadero saqueo, fueron practicados por los distintos contingentes europeos que llegaron a las Islas con la intención de incorporarlas a algún reino cristiano.
     Uno de los rasgos inherentes a la idiosincrasia del Archipiélago, su situación geoestratégica, toma cuerpo desde esta temprana época. Sin embargo, la piratería cobró su verdadera entidad con el fin de la conquista y sobre todo cuando las Indias sustituyen al continente africano como zona de expansión.
     Las potencias europeas que se habían quedado fuera del reparto colonial tras el descubrimiento del Nuevo Continente, aprovecharon los distintos conflictos de la monarquía hispana en el Viejo Continente, para atacar aquellas zonas desprotegidas, como eran las recientemente conquistadas. Así en 1522 se produce el primer ataque grave, protagonizado por lean Fleury .Posteriormente, en 1553, una flota francesa al mando de Pier Le Clerc, "Pie de Palo", ataca a Santa Cruz de La Palma y en 1554 se repitieron las tentativas, esta vez, de una flota al mando de Durand de Villegaignong, que rumbo a Brasil recaló en Santa Cruz a hacer aguada, aunque en esta ocasión el intento de desembarco fue rechazado por las defensas Canarias.
1.2. LA ECONOMÍA CANARIA ENTRE LA EXPORTACIÓN VÍNICOLA Y EL AUTOCONSUMO
a) Un producto de exportación: el vino
     El cultivo de la vid, potenciado en los momentos posteriores a la conquista de las islas, alcanzó su etapa de mayor esplendor en el siglo XVII. Los primeros sarmientos de la vid fueron traídos del Mediterráneo oriental, entre ellos el de malvasía, que se convertirá en el producto de exportación fundamental del archipiélago.
     La isla de Tenerife, y en menor medida La Palma, por sus condiciones naturales se convirtieron en el centro fundamental de la producción vinícola de las islas. El éxito de esta comercialización del vino estuvo marcado desde su inicio por las coyunturas externas de carácter geopolítico y por el control del mercado exterior. La América española, los países europeos y las colonias británicas en América constituyeron los principales mercados del vino canario.  La situación de Canarias en la ruta americana facilitó la salida de sus excedentes vinícolas.
     Este obstáculo comercial obligó al archipiélago a buscar otros mercados a sus excedentes. Uno de ellos fue el imperio colonial lusitano que, aunque realmente no fue éste un mercado esencial, sirvió al menos como regulador del precio del vino canario al aumentar la demanda de consumo.
     .Las consecuencias de las limitaciones del comercio americano abocaron a los productores vinícolas del archipiélago, en la segunda mitad del siglo XVII, a centrar su comercio en los países del Norte de Europa, especialmente en el mercado inglés. Por un lado, el gusto por un vino como el malvasía que exportaban en grandes cantidades desde la Edad Media desde el mediterráneo oriental, que hubo de suspenderse tras la caída de Creta en manos del Imperio Turco. Derivado de esta situación privilegiada de las islas frente al monopolio sevillano, fue posible el efectuar desde ellas un fluido contrabando que llevaba a las embarcaciones isleñas a cargar gran variedad de productos con destino a las colonias americanas, de las que solían volver cargados de productos indianos. Paralelamente a ello debemos mencionar el interés británico de establecer un atractivo comercio de exportación de productos ingleses al Archipiélago a cambio de vino y orchilla, lo cual dará lugar a la generación de amplios beneficios.
     Un elemento que atestigua la importancia dada por los comerciantes británicos al comercio con Canarias fue la creación de una compañía, por comerciantes británicos en 1665, con el objetivo de explotar y monopolizar de forma exclusiva el comercio con el archipiélago. Este intento creó un clima de malestar entre los productores canarios, pues implicaba claramente un monopolio extranjero del comercio local. Ello propició un movimiento de protesta, y los productores exigieron al Comandante General la expulsión de los ingleses implicados en ese monopolio, a la vez que propugnaban la prohibición a todos los viticultores de la venta de vino a los ingleses(Garachico y la rebelión contra los mercaderes ingleses.Canarias en la Edad Moderna/idem Blogs).
     La introducción del vino de Oporto en el mercado inglés y su política proteccionista iba a desplazar al vino canario. Ahora el próspero mercado de las colonias inglesas en América se presentaba como la única posibilidad exportadora, y ésta se llevó acabo de una forma ilegal o clandestina.. Comercio éste, que aumentaría de forma considerable a partir de la independencia de Estados Unidos.
b) La agricultura de autoconsumo
      El gran desarrollo del cultivo de la vid dejó en un segundo plano al subsector agrario destinado al autoconsumo, provocando una situación deficitaria, sobre todo en la isla de Tenerife, de productos de subsistencia. Por su parte, las islas de Lanzarote y Fuerteventura asumieron el papel de islas-granero de Tenerife, mientras que Gran Canaria se caracterizaba por una economía donde su sector de autoconsumo había alcanzado un gran desarrollo, fundamentalmente durante el siglo XVII. Por lo que respecta a la participación económica en el archipiélago de las islas de La Gomera y EL Hierro, ésta fue bastante reducida, limitándose a una autarquía interior y centrando sus expectativas exportadoras en la orchilla(La Gomera y la Piratería.  La Gomera y el Comercio con Indias/idem Blogs).
       La expansión del cultivo de la vid, en Tenerife, por el auge exportador y la creciente subida de precio, trajo consigo una seria disminución del terreno cultivable destinado a los cultivos de subsistencia, con lo cual produjo una disminución considerable de alimentos de primera necesidad.
      Por otro lado, el aumento de la superficie del cultivo de la vid en terrenos poco apropiados para su cultivo supuso un descenso de la calidad de los vinos y una dependencia cada vez mayor del comercio exterior. Además la crisis del vino, visible en el siglo XVII, trajo consigo que los grandes propietarios invirtieran los beneficios obtenidos con el vino en la agricultura de subsistencia. Así, las tierras dedicadas a los cultivos de primera necesidad, cereales, papas o millo, se revalorizaron de forma continua.
      Este panorama determinaría una sobreexplotación del campesinado, al ver éste aumentadas las cláusulas de los contratos de explotación de la tierra, al mismo tiempo que se ejercía una fuerte presión sobre los espacios no cultivados, como los terrenos de pastos y montes. Esta presión, llevó muchas veces aparejado un problema social que tuvo su expresión en los numerosos motines por la lucha por la tierra y el agua. Además la roturación de terrenos montuosos, de forma clandestina en la inmensa mayoría de las veces o legal en otras, estuvo estrechamente vinculada al hambre de tierras en todos los estamentos sociales.
c) La pesca y el sector artesanal
     La actividad pesquera, reducida en los siglos XVI y XVII, alcanza un gran desarrollo a partir del siglo XVIII, especialmente en la isla de Gran Canaria, en virtud del considerable aumento demográfico. El pescado salado fue uno de los componentes básicos de la dieta canaria.
      La dependencia económica de las islas, la escasa capitalización del sector abastecimiento y el carácter reducido de la demanda local incidieron entre otros factores en la limitación del desarrollo de la industria artesanal.
1.3. LA SOCIEDAD CANARIA
 a.- La aristocracia
     El grupo nobiliario o aristocrático fundamentaba su preeminencia
socioeconómica y política en la propiedad de la tierra, fuente de riqueza principal en una sociedad, como la canaria, eminentemente rural. Los beneficios obtenidos en el comercio vitícola fueron empleados en la compra de nuevas tierras y en gastos suntuarios.
     El poder económico y político de este grupo dominante quedaba garantizado a través de la institución del mayorazgo: concentración de la propiedad en el primogénito de la familia. Junto al poder económico que poseía hay que añadir el control de las denominadas milicias canarias, pues la condición de noble o persona acaudalada era requisito exigido para ocupar los empleos más distinguidos.
b.- La burguesía comercial
     Esta burguesía, en su mayor parte, era de origen extranjero, particularmente anglosajona. Las causas de su instalación en el Archipiélago fueron esencialmente de tipo económico, relacionadas directamente con el auge del comercio vitícola con Europa y las colonias americanas, aunque también influyeron otras de carácter político-religioso a lo largo de los siglos XVI y XVII. No obstante, el comerciante de origen isleño también estuvo presente, aunque cuantitativamente su participación fue escasa- mente significativa.
     Este grupo social estaba compuesto por dos categorías diferentes, en cuanto a las actividades que desempeñaban. Así, tenemos al "comerciante-hacendado y al comerciante propiamente dicho.
     Un rasgo característico del grupo aristocrático y de los comerciantes era la formación de clanes unidos por lazos de sangre y por alianzas de tipo económico, con un carácter profundamente endogámico. A pesar de que las pugnas entre los comerciantes y la nobleza insular fueron constantes a lo largo de todo el Antiguo Régimen, este enfrentamiento no se correspondía con un conflicto de clases, en realidad la base de esas tensiones era el resultado de dos sectores de la clase dominante insular .
c.- La burguesía agraria
     Se trata de un grupo cuyo ascenso social estaba vinculado a toda una serie de dedicaciones socioprofesionales y actividades económicas. que compatibilizan sus actividades profesionales con otras relacionadas con el mundo agrario.
d.- El campesinado
     Los grandes propietarios generalmente cedían sus tierras a campesinos para que estos las trabajasen mediante un sistema de diversas formas de contratos. El campesinado constituía el grupo social más numeroso y ocupaba el estamento social más bajo.
1.4. INSTITUCIONES CANARIAS EN EL ANTIGUO RÉGIMEN
a) Instituciones políticas
     Un rasgo característico del Antiguo Régimen fue la creación de instituciones cuyas atribuciones y jurisdicciones no estaban totalmente definidas y en muchos casos interferían en las competencias de otros organismos. Esta situación provocó una multitud de pleitos y controversias jurisdiccionales entre las distintas instituciones.
     La inestabilidad generada por las continuas agresiones de corsarios y piratas ingleses, franceses, holandeses y argelinos al Archipiélago trajo como consecuencia, desde el punto vista administrativo, la sustitución del antiguo cargo de gobernador civil por un militar de alta graduación, el Comandante General, a finales del siglo XVI. Este funcionario además de asumir el mando militar del Archipiélago poseía extensos poderes civiles, judiciales y administrativos.
     Ello originaría una serie de conflictos competenciales con el máximo tribunal de justicia, que tenía su sede en Gran Canaria, al considerarse éste perjudicado por ingerencias en sus competencias. Este nuevo funcionario del Estado debía reorganizar la hacienda local deteriorada por los abusos y el contrabando que eran tradicionales en el Archipiélago y de los que se beneficiaban directamente los grupos sociales dominante.
     Esta política reformista dio lugar a un clima de exaltación general, que fue encauzado en última instancia por los intereses del Comandante General y de las clases dominantes, que se veían seriamente afectados por la nueva política. El resultado de esta situación fue que una muchedumbre termina con la vida del intendente Cevallos. Este rechazo dio lugar a que en 1723 se decretase definitivamente la abolición de la institución de la Intendencia, asumiendo nuevamente todas sus funciones el Comandante General.
     Junto a estas instituciones de ámbito regional, en cada una de las islas se contaba con un máximo órgano de gobierno, representado por los Cabildos que tenían una especial significación en la vida socioeconómica y política de cada una de sus islas, pues ejercían su control sobre el precio de los alimentos y eran poseedores de un patrimonio cuantioso, los bienes de propios, tierras que eran la principal fuente de ingreso de las haciendas municipales. Esta institución estaba controlada particularmente por el grupo nobiliario del archipiélago. Sin embargo, durante el siglo XVIII la burguesía, tanto agraria como comercial, se va incorporando masivamente a la vida política insular. Así junto al poder de la aristocracia local va naciendo una representación popular a través del Diputado del Común y síndico personero, que ejercían cierto control sobre los servicios públicos.
b) Instituciones religiosas
     Al hablar de las instituciones religiosas debemos hacer una distinción entre el clero secular y el clero regular. Por lo que respecta al primero estaba integrado por el Obispado, el Cabildo catedralicio, por los párrocos en propiedad de las diferentes iglesias y todo clero que no estuviera sujeto a ninguna orden religiosa. En definitiva, compuesto por miembros de los grupos sociales más poderosos de las islas, pues los estudios eclesiásticos únicamente estaban al alcance de personas acomodadas.
     Durante el Antiguo Régimen, el Archipiélago estaba bajo la jurisdicción de un solo Obispado, el de Canarias, con sede en Las Palmas; pues la creación del obispado de La Laguna (Tenerife) tuvo lugar en el siglo XIX.
     En contraposición el Clero regular presenta unas connotaciones socioeconómicas diferentes al clero secular .El criterio de selección se basaba en los antecedentes socio-raciales y religiosos, la gran mayoría de sus componentes procedían de los sectores sociales más humildes de la sociedad. La iglesia durante el antiguo régimen fue de las pocas vías de ascenso social y subsistencia para las clases desposeídas. Así, vemos como en el siglo XVIII el Tribunal de Canarias, con sede en Las Palmas, tan sólo condenó a muerte a 6 personas, siendo 4 de ellas en estatua, al no estar presentes los reos, frente a la condena de 9 personas y 103 en estatua en el siglo XVI.

1.5 EL PLANO

     San Cristóbal de la Laguna fue fundada en 1497 por Alfonso Fernández de Lugo.
Entonces fueron construidas pequeñas casas alrededor de la Iglesia de la Concepción, en el mayor desorden, sin plano general, en la ciudad alta (Villa de Arriba). Largas calles principales (Calles Reales) enlazaban espacios públicos  abiertos y formaban una cuadrícula sobre la que se insertaban las calles más pequeñas. Las comunidades monásticas comenzaron a construir en el S. XVI la Iglesia de Nuestra Señora de los Remedios (1511), la Ermita de San Miguel (1506), los hospicios de San Sebastián (1506) y los Dolores (1515).
     El Concejo Municipal (Cabildo) hizo llegar el agua a la ciudad con sus recursos en 1521 y los primeros edificios públicos se construyeron en 1525.
     La ciudad buscó un estatuto oficial desde 1514 y solo se le acordó en 1531. En 1554 el Concejo Municipal ordenó destruir toda edificación en caña, con tal de disminuir los riesgos de incendio, precaución importante, ya que en estas fechas, la ciudad contaba con seis mil habitantes, haciendo de ella la ciudad mas grande de Canarias.
    San Cristóbal conservó esta posición política, religiosa y comercial dominante durante los siglos XVII y XVIII.
El centro económico y político fue traspasado en este tiempo a Santa Cruz en el S. XVIII, provocando el declive de San Cristobal que conservó únicamente un papel religioso y cultural.
a) Descripción:
     San Cristóbal se compone de dos partes distintas: La ciudad Alta (Villa de Arriba) de 1497 y la ciudad Baja (Villa de Abajo) de 1502. La Calle principal  (Calle de la Carrera) forma el eje de la ciudad planificada, enlaza la primera iglesia parroquial con la Plaza del Adelantado. Paralela a ésta, la Calle San Agustín forma el centro geométrico de la ciudad, bordeado por grandes casas construidas por los primeros mercaderes de la ciudad.
     Actualmente la nave central esta bordeada por naves laterales y varias capillas laterales.
El convento de Dominicos de Santa Catalina de Siena fue inaugurado en 1611. Adquirió tanta importancia que englobó varios edificios vecinos. Las fachadas de la Iglesia y de otros edificios son simples y austeras, pero los interiores están suntuosamente decorados.
     Existen bellas residencias antiguas en San Cristóbal de La  Laguna. La más antigua, la Casa del Corregidor, en la que la fachada de piedra roja tallada es original, data de 1545. Está actualmente ocupada por las oficinas municipales.
     Del mismo modo, la casa Lercaro, del S. XVI, con una fachada de estilo manierista remarcable, es en la actualidad el Museo de Historia de Tenerife. En la actualidad habilita los servicios de Patrimonio Artístico e Histórico de la ciudad.
     La casa Salazar del s. XVII esta muy bien conservada. Edificada en 1682, tiene un elegante portal de estilo ecléctico, principalmente barroco pero con estilos manieristas y neoclásicos. Pertenece ahora al Obispado de Tenerife. La casa de Osuna, contemporánea a la Casa Salazar, tiene como característica más llamativa el balcón del primer piso de su fachada principal; ahora acoge la enorme colección de archivos de San Cristóbal.
     Entre los mas bonitos edificios del S.XVII está la elegante Casa de Montañés, primero residencia privada y actualmente sede del Consejo Consultivo del Gobierno Autónomo de Canarias, y la casa en forma de “L” de los Jesuitas, ocupada por la Sociedad de Jesús, hasta su expulsión de Canarias en 1767, fecha en la que fue dada a la Sociedad Real de Amigos del País de Tenerife, quienes ocupan aún las oficinas.
1.6.LA DEMOGRAFÍA
     En los siglos XVI y XVII, la población de las Islas aumenta paulatinamente como podemos observar en la siguiente tabla y gráfica:




Islas
SIGLO XVI
SIGLO XVII
Las Palmas
9.405
22.154
Tenerife
22.405
51.867

La población estaba dividida en estas categorías:

Jornaleros
13.896
Con fuero militar
12.599
Labradores
10.829
Criados
6.829
Artesanos
2.727
Hidalgos
907
Fabricantes
778
Monjas
850
Frailes
682
Curas y minoristas
782
Empleados del rey
388
Estudiantes
264
Comerciantes
154
Escribanos
70
Dependientes de la inquisición
39
Abogados
28







    Ese crecimiento se puede estipular, en un crecimiento natural del antiguo régimen , con un alto indice de natalidad, a lo que también acompañó, la llegada de nuevos colonizadores a estas tierras(Historia Moderna de Canarias.Demografia y Población/idem Blogs).
     Ajustando los datos estadísticos anteriormente expuesto, se puede exponer:

Estructura de la población
Grupo
componentes
cantidades
global

Grupo Privilegiado
*Iglesia
*Nobleza
*Funcionarios+Ejercito
2353
907
12.987
16.987

Clase Media
*Comerciantes+artesanos+escribanos
28+70+154+778+2727
3.757

Clases trabajadoras
*Labriegos+jornaleros+criados
10.829+13.896+6829
31.554



sábado, 16 de marzo de 2013

ALAJERO EN LA EDAD MODERNA Y FINAL ANTIGUO REGIMEN

REPOBLACION DE LA GOMERA EN LA EDAD MOPDERNA. EL PODER SEÑORIAL 
Las excavaciones arqueológicas efectuadas hace medio siglo por Diego Cuscoy en el poblado y necrópolis del Roque de la Cruz (Playa de Santiago), y en la Cueva de la Perla, situada en Santiago de los Polieros, han tenido su continuación en los tiempos actuales con las realizadas por J.F. Navarro Mederos en los Polieros, donde se han encontrado vestigios de una gran necrópolis en cuevas con muros de piedra que dividían todo el recinto funerario. 









Los restos humanos y las cerámicas, industrias líticas, vasijas, funerarias, molinos allí encontrados, principalmente en Las Lomadas y con casi total seguridad en el lugar ocupado en la actualidad por la capital municipal, indican claramente que este espacio albergó una importante comunidad indígena, con hábitat ya protourbano (chozas, y cabañas).
Parece también que la comunidad aborigen de Alajeró estaba integrada en el bando de Hipalán, uno de los cuatro del fragmentado poder político insular a principios del siglo XV, cuyo jefe era Pedro de Auhagal, nombre que evidencia claramente la temprana evangelización cristiana de la isla. Alajeró durante los siglos XVI - XVIII Alajeró sería incorporada, en fecha imprecisa, de manera pacífica al señorío creado por el conquistado de origen normando Jean de Bethencourt.
Este importante cambio supuso para la comunidad indígena de la isla un profundo proceso de aculturación que culminaría en 1488 con la violenta represión efectuada por Pedro de Valera sobre la población autóctona tras el asesinato de Hernán Peraza al que los nativos acusaban de haber roto los acuerdos establecidos entre indígenas y castellanos. Tras el grave retroceso demográfico sufrido en la isla tras la ocupación europea, unido a la escasa afluencia de colonos de esta procedencia, acabaría por determinar que las tierras de nuestro pueblo fueran dedicadas principalmente a la explotación ganadera en régimen extensivo. Las primeras noticias de que disponemos sobre la presencia de colonos europeos en la isla datan de los tiempos de la fundación de la ermita de San Lorenzo en el valle de Arguayoda, en torno al año 1502, y de la data del valle de Imada, otorgada en 1519 a Guillén Pereza y Francisca Muñoz, por su primo, Guillén Peraza de Ayala, señor de la Isla y descendiente del asesinado Hernán Peraza. Las referencias a éstas ocupaciones quedan reflejadas hoy en día en los topónimos como “las bandas de Guillén” y las heredades pertenecientes i decendientes de “de Muñoz o tierras de Muñoz”. 
Tras un primer momento de expansión colonial en la isla, provocado, fundamentalmente, por la creciente demanda de grano de las comunidades agrarias dedicadas a los cañaverales y vides de los núcleos cercanos y las comunidades del barlovento insular, este proceso se invertiría durante el último cuarto del siglo XVI como consecuencia de una caída brusca de la demanda de grano por parte de estas comunidades. Pero fue un proceso de corta duración. A lo largo del siglo XVII la isla desarrolló de manera importante el cultivo de la viticultura, cuyos caldos y aguardientes cubrían la demanda local y sus excedentes eran exportados al mercado colonial americano.
Los cereales de Alajeró también se convirtieron en uno de los pilares básicos de la economía del municipio, desde la costa hasta la cumbre, en vegas, lomadas y pequeños llanos con muros de piedras seca, que delimitaban las propiedades . El trabajo familiar, en todo el proceso , de siembra y recogida, de niños, hombres y mujeres. Todo ello se completaba con, un trabajo colectivo , de los vecinos . Recoger un elemento privativo y no comunitario, como era la Era, petenece a familias que, cedían para tal labor su instalación, así como los animales de trilla, tras el pago en almudes de grano por ello.
Este apogeo económico propiciaría que los señores del lugar fomentaran el asentamiento de nuevos colonos que ocasionaron, a su vez, un importante aumento demográfico en el pueblo, ascenso que, sin duda, redundaría en una mejora de las actividades productivas de lugar; no olvidemos que la despoblación de la isla era uno de los problemas más importantes; en 1587 el total de vecinos de La Gomera ascendía a tan sólo 253, uno 1.000 habitantes. La brillante economía del lugar hizo que en el año 1675, durante el condado de Juan Bautista Ponte Ayala y Rojas, los 400 habitantes de Alajeró, decidieran la creación de la parroquia, segregada de la villa-capital, comprometiéndose a sostener al párroco con una aportación anual de 40 fanegas de trigo.
La segregación plena y definitiva tendría lugar en 1681, momento en el que el lugar comienza a contar con alcalde pedáneo, elegido por el propio señor hasta 1772, y a partir de esa fecha entre dos personas propuestas por los vecinos. Esta bonanza económica también se habría de traducir en un considerable aumento demográfico. Disponemos de cifras globales para toda La Gomera. Si en 1676, uno de los años de más incidencia de la peste en el suelo peninsular, los habitantes de la isla eran 4.213, en 1678, éstos alcanzaban los 4.661, es decir, un aumento del 9,69% en tan sólo dos años. Por su parte, el número de individuos por familia no resultaba muy diferente al de la Península.
En La Gomera era en el año 1678 de 4,14 y en 1680 de 4,65. Cifras muy similares a las del resto de las islas. Por ejemplo en ese mismo año de 1678 en Tenerife el número era de 4,28, en Fuerteventura de 4,10, en Gran Canaria de 4,27 y en La Palma de 3,96. A lo largo del siglo XVIII la historia de Alajeró se caracteriza fundamentalmente por una economía en alza y un crecimiento demográfico, consecuencia de lo primero, ciertamente destacado. De los 453 habitantes con que contaba el lugar en 1688 se pasó a los 681 en 1772 y a los 841 en 1802. El censo efectuado en 1787 por Floridablanca es una de las fuentes de mayor importancia para conocer las realidades sociales y económicas de la España de finales del Antiguo Régimen. En aquel año Alajeró aparecía todavía como lugar, pertenecía a la intendencia de Canarias y al partido de La Gomera. Tenía 708 habitantes de los que 332 eran varones y 376 mujeres. A su vez, había 478 solteros divididos en 222 hombres y 256 mujeres. El número de casados era de 189, con 97 varones y 92 mujeres. Finalmente, había 41 personas viudas, con una división de 13 varones y 28 mujeres.
Muy interesantes son los datos que nos ofrece el Censo para conocer la composición socio-económica de nuestro pueblo, ejemplo de un núcleo rural característico de las sociedades estamentales de finales del Antiguo Régimen. Se contabilizaban 1 cura, 4 hidalgos, 50 labradores, 10 jornaleros, 12 criados, 1 persona con sueldo de la Casa Real, 60 individuos con fuero militar y 5 demandantes. El número de personas menores de edad o sin ocupación conocida ascendía a 565. Por aquellos años la producción anual de cereales alcanzaba las 5.000 fanegas; viñedos, frutales, hortalizas y legumbres eran el resto de cultivos que dinamizaban la brillante economía de Alajeró.
Sin embargo, y a pesar de estas impresionantes cifras económicas, las realidades profundas de la vida cotidiana propiciaron revueltas antiseñoriales en toda la isla a lo largo del siglo XVIII. Se desconoce si los vecinos de Alajeró participaron en alguna de ellas, aunque es posible suponer que los poderosos terratenientes de lugar actuaran de idéntica manera a como lo hacían sus homónimos en otros lugares de La Gomera y que la respuesta de los vecinos fuera también idéntica a la de otros núcleos rurales de la isla. Los siglos XIX - XX A comienzos de la decimonovena centuria la cabaña ganadera de nuestro pueblo ascendía a 3.000 cabezas, fundamentalmente de ganado menor. También se producía miel, cera, seda, que se exportaba en rama, lana y lino para los telares domésticos. La alfarería ocupaba también un lugar destacado en la economía de Alajeró.
 La bonanza económica quedaba reflejada en los más de 2.700 reales de media por cada familia, media superior a la de otros pueblos de La Gomera, aunque también hay fuentes que nos informan que nuestro pueblo vivía también momentos difíciles asegurando que era “...el más infeliz de todos porque la mayor parte de los granos pertenecen a propietarios (sic) de la capital insular.”. La Guerra de la Independencia también se dejó sentir, aunque evidentemente de manera mucho más suave que en la Península, en Canarias. Entre 1808 y 1814 se creaba la Junta Subalterna de La Gomera, dependiente de la Junta Suprema ubicada en Tenerife. En aquel ambiente de relajación política provocado, sin duda, por la distancia de las islas con los campos de batalla peninsulares, los vecinos de Alajeró decidieron mayoritariamente crear un Ayuntamiento constitucional de acuerdo con el decreto de 26 de mayo de 1812. El fin del Absolutismo en España, durante la década de 1830-1840, traería un cambio sustancial en la propiedad de la tierra. El antiguo poder señorial quedaría ahora sustituido por otro, el caciquil. La estructura social de nuestro pueblo mostraba hacia el año 1860 un porcentaje muy alto de campesinos propietarios, el 30%, ocupando el resto el grupo de jornaleros y renteros. Parece que el cambio de titularidad de las tierras productivas de Alajeró trajo una caída en la producción cerealera. Sabemos que en el quinquenio 1857-1861 se recogieron 1.500 fanegas de trigo y 1.430 de cebada, lo que suponía un 40% menos del nivel de cosecha de principios de aquel siglo.
 A pesar de los importantes cambios y avances sociales y políticos obrados en el conjunto de España a lo largo del siglo XIX, la población seguía siendo mayoritariamente analfabeta. En Alajeró a mediados de aquella centuria el 96% de sus habitantes no sabían leer ni escribir.
A pesar de este ligero empobrecimiento, el lugar no conoció un movimiento migratorio destacado. Entre 1835 y 1857 la población de nuestro municipio pasó de los 805 habitantes a los 1.128. En el año 1846 Madoz aseguraba que el lugar contaba con 175 vecinos, es decir, 758 almas. Las cifras de población a lo largo del siglo XIX hablan por sí solas. En 1877 los habitantes de nuestro pueblo eran 993, para pasar una década después, en 1877, a los 1.014 y en 1900 a los 1.195.

Este comportamiento demográfico se puede explicar por el alejamiento de los centro de enganche de emigrantes, además del desconocimiento de las condiciones de atracción de los países receptores por parte de las unidades familiares de potenciales emigrantes o la incapacidad económica para abonar el elevado precio de la emigración, aunque también es posible adivinar otras causas como a la aclimatación de la cochinilla y el desarrollo de una nueva actividad productiva, la pesca de túnidos que contribuyó de manera evidente a resolver el problema del paro. Sería el emprendedor genovés Francisco Grasso quien fundara en 1831 la primera factoría en Cantera, empresa que a lo largo del siglo XIX se iría expandiendo por toda la isla. En 1891 esta misma factoría era explotada por Angelo Parodi. En los primeros años del siglo XX las factorías de Alajeró producían 213 toneladas métricas de atún en salmuera representando el 90% de la producción regional. Unido a este importante desarrollo manufacturero, las Lomadas de Alajeró acogieron a comienzos del siglo XX el cultivo del tomate. Ya en 1915 la producción se elevaba a los 20.000 quintales métricos y sus destinos eran los mercados europeos con especial incidencia en el inglés. Este auge industrial y económico puede explicar el constante crecimiento demográfico de la población de nuestro municipio y el descenso de la emigración con destino a Cuba y Venezuela, fenómeno este último que de esta manera dejó de afectar a muchas familias del pueblo. Las cifras evidencian lo anteriormente expuesto. Si en 1910 son ya 1.348 las personas que viven en el lugar, una década después, en 1920, éstas ascienden ya a los 1.500; población que se vería incrementada hasta los 2.344 en el año 1940 y los 2.606 de 1950, el número más alto de personas censadas en Alajeró en toda su historia. Desde ese mismo momento se iniciaría un descenso que fue mermando paulatinamente la población del lugar hasta los 1.629 habitantes de 1.970 y los 1.109 de 1991. Tras la Guerra Civil (1936-1939), Alajeró se convierte en un municipio de considerable importancia. Además del incremento demográfico experimentado en aquellos años, hay que unir que la capital supone ya la quinta parte de ella y es superada por el caserío de Playa de Santiago, que ya había comenzado su destacada importancia económica. También, tras el conflicto bélico se efectuaron en nuestro pueblo obras de mejora y acondicionamiento como la construcción de dos escuelas en Playa Santiago, otra más en el barrio de Imada, varias viviendas para maestros y un cementerio en Playa de Santiago.
Cuenta Alajeró durante los años centrales de la época franquista con varias fábricas de salazón y conservas de pescado, 4 molinos para molturación de cereales, varios talleres de empaquetado de tomates, un taller de carpintería y varias tahonas. La cabaña ganadera estaba integrada por 80 cabezas de ganado vacuno mixto, 40 de asnal, 150 de cerda, 500 de cabrío, 200 de lanar, 600 gallinas y un total de 30 colmenas.

domingo, 3 de abril de 2011

sábado, 2 de abril de 2011

LA CONQUISTA DE GRANCANARIA. LA INFAMIA DE UNA TRAICION

PARA CONOCER LA CONQUISTA REALENGA Y  EL PODERIO MILITAR EN EL ATLANTICO DE ISABEL DE CASTILLA, ANTE EL AVANCE ECONOMICO DE LA CORONA PORTUGUESA.

lunes, 28 de marzo de 2011

LOS ARABES EN CANARIAS

¿ESTUVIERON EXPLORANDO O COLONIZANDO?

Se sabe el origen de la población Aborigen de las Islas Canarias, Norte de Africa, dominación fenicia o Romana, incluso se intuye los griegos , pero, con la expansión de los árabes y el Imperio de los Omeyas.